LA VOZ DE LOS POETAS Y EL LECTOR, por Ilia Galán
Este libro es sin duda alguna voz de poetas, voz plural que recoge las grandes tradiciones culturales, las abiertas y también las herméticas. Desde la tradición hebraica de Yehuda Ha-Leví a la sufí y la cristiana, en todas sus variantes, pasando por Lao-Tsé, así como recorriendo caminos iniciáticos propios de la francmasonería o de otras corrientes que penetran la historia, todo ello impregna estos breves poemas, contenidos, preñados de significados múltiples, como saetas que se clavan en la mente, atravesando incluso la muerte. Y es que nos hallamos ante un poeta que bien conoce los intersticios que vertebran nuestra cultura. Esta poesía culta, cultísima, deja ver lo que hay detrás de cada verso, como si alojaran, a manera de aforismos de ancestrales sapiencias, mil bibliotecas que entre sus líneas vuelan.
Estos versos son, sin duda, metáforas congeladas en el tiempo que atraviesan conceptos e imaginar al caminante de la vida dejan para ir hacia lo que está más allá de las páginas, allí a donde el vuelo las lleva. Por eso leemos:
Mi amor no tiene forma
y es tierra y escritura.
Es Torah y Evangelio,
Sepulcro santo y Ka’aba
Sin duda, la talla de Veyrat le asemeja a los míticos profetas de antaño, cuando un grito quedo nos arrojan, como el esculpido por Gargallo:
La palabra es viento
que el corazón agita
Hacia el silencio
liviana zarpa
sobre las hojas.
Zarpazos que desgarran el tiempo para que destile la sangre, el vino de lo eterno en nuestro cáliz y podamos beberlo. Aquí tiene en sus manos el lector una reedición revisada de un libro poderoso a la que se le invita, como a un viaje, para leerlo con detenimiento.
Ilia Galán