Álvaro Muñoz Robledano
Estudié Filosofía y Letras a mi pesar. Librero, redactor, corrector, profesor... He escrito algu- nos poemas y traducido otros. También he pergeñado algunos prólogos y ejercido la crítica literaria, modalidad palos de ciego. Tengo la sensación de haber trabajado demasiado a cambio de demasiado poco. Con anterioridad he publicado siete libros de poemas. Clus (Madrid, Amargord, 2015) es el último. Hasta hoy. A un investigador lo encierran en un cuarto sin aparatos de observación, con manuales en idiomas desconocidos y objetos de estudio que no puede sacar de sus embalajes. Entonces, quizás por miedo, lo llaman poeta.