Laya Cervantes
Conservo un diploma que me acredita como maestra, aunque me cuelgue cada día el título de aprendiz, mucho más liviano. Nací el 23 del 3 de 1963. Mi nombre poético, Laya Cervantes, es un homenaje que le hago a mi padre, tomando su segundo apellido, con el que solía hacer bromas. Dejé colgada la Filología Hispánica con el aprobado de un curso puente. Dediqué algunos años de mi vida al teatro, hice cursos de improvisación y teatro clásico, con directores como Manuel Canseco; formé parte de los inicios del grupo Yllana con su teatro de gesto y humor. Desde el año 1994 me dedico a la docencia en la Comunidad de Madrid. Comencé a profundizar en la poesía en el taller de Enrique Gracia Trinidad. Llevo varios años trabajando en los talleres de Jesús Urceloy, debo reconocer que sin la generosidad de Jesús, este libro no habría existido, ni significaría lo que significa para mí. Ha sido una búsqueda dentro y fuera, para entender el mundo y la poesía, un diálogo con las cosas que pasan y con los poetas, los vivos y los que les precedieron; un encuentro con las técnicas, los estilos, las corrientes, las palabras y sus significados. Y por sobre todas las cosas, el descubrimiento y la celebración de un grupo magnífico de amigos poetas. En la actualidad reparto mi tiempo entre la enseñanza, la poesía y el teatro aficionado desde Coturno Teatro.