Ilia Galán: “para mí la gran poesía es personal y ahí hallo su mayor hondura”
Impresiona la dilatada trayectoria de Ilia Galán, intelectual y escritor versátil: poeta, narrador, ensayista, dramaturgo y editor. Ante la imposibilidad de abarcar todo su trabajo literario, he decidido centrarme exclusivamente en su obra poética.
Ilia Galán, convencido de que “todo se mira transcendiéndolo”, es un poeta excepcional con un mundo propio y reconocible. En su poesía intempestiva, heterodoxa e intensa, plena de imágenes visionarias, abundan las ruinas, el fuego, las moradas de Dios, así como paisajes que invitan al recogimiento y a la meditación. Estamos ante un poeta siempre vinculado a la naturaleza y al cosmos: “En este rincón sagrado donde reina,/ cual pura ofrenda tu obra de arte máxima,/ un esplendor de naturaleza,/ vuelan insectos de colores/ y escucho a las aves cantos donde resuena/ el silencio amoroso de tu mirada eterna; (…)”
— Tu poesía rebosa de espiritualidad y Romanticismo, y denota un gusto por el pasado histórico. ¿Es tu canto el de un caballero andante en busca de la belleza?
— Quien ha vivido hondas experiencias en el Espíritu no puede dejar de ser espiritual y en sus versos ha de aparecer el ángel que para otros es solo un ser perdido, ingenio confuso, ebrio pensamiento.
Soy un caballero andante, sí, es cierto, y por ello soy también una especie en extinción, pero antes he de hallar al Amor y así la belleza conmigo engendrada queda en el interior. En estos tiempos de materialismos tantas veces planos, de consumo de objetos y sin ideales, tal vez sea relevante la existencia de un contrapunto. No importa, uno sigue su misión aunque en las batallas del sinsentido muera, aturdido por ruido de objetos. Occidente ha sido grandioso y con una tradición fascinante que ahora va debilitándose, por eso vamos cayendo mientras que China o los musulmanes y otros universos sobre nosotros crecen. El Romanticismo fue uno de los centros de mis estudios como filósofo, pero también una de las claves para explicar cómo en el presente somos.