José Manuel Ramón. La tierra y el cielo
Con una estructura constructiva contrapuntística que se mueve entre lo oracular y lo visionario, construye José Manuel Ramón La tierra y el cielo, que publica Ars Poetica.
Y el poeta se reivindica así como heredero de Prometeo, el que enciende el fuego y la palabra para iluminar la noche de la caverna primordial para explorar el mundo con antorchas de palabras y memoria a lo largo de sus tres partes: desde el Memorial de antorchas (Cielo) a la Nieve perpetua (Tierra) para entrar en la Noche profunda (Inframundo): avanzan siglos por oscuros corredores franqueando el útero de la tierra y buscando pasos ocultos hacia el inframundo. Abre el volumen un prólogo -Un diálogo infinito- en el que Miguel Veyrat dice que en este libro “reinventa el poeta el recorrido de la palabra entre tierra y cielo para que cada estalagmita de sentido pueda corresponderse con ese Otro que le aguarda. En los intervalos ocupados por el silencio en que crece la respuesta a la gota caída en su destino para crear otra realidad distinta, nos revela todo su significado este canto, sólo aparentemente fragmentario porque destinado a continuarse en un diálogo infinito.” Un diálogo que no es sólo el que se establece entre las páginas enfrentadas de La tierra y el cielo, sino el que se propone al lector en estos poemas repletos de misterio, de sugerencias y de iluminaciones.