Reseña del libro SONETOS PARA ELLA en la revista Piedra del molino
Cuando en abril de 2017, Carlos Marciano dio a luz su libro Desde otras soledades me llamaban, confesó que con él, cerraba su obra poética. El fallecimiento de su esposa en febrero del año que discurre le ha movido a publicar el poemario que comento, en el que recoge medio centenar de sonetos escritos a lo largo de sesenta años, y reveladores -son sus palabras- "de una absoluta fidelidad amorosa y lírica". "Reunidos aquí -añade- pretenden devolver a quien fuera mi mujer y mi vida, algo -poco-, de lo mucho que ella me dio". Admira comprobar cómo, tanto cuando es el enamorado feliz quien canta y cuenta, como cuando lo hace el lastimado por el dolor irremediable, el equilibrio gana y la poesía prevalece sobre el motivo. Dos secciones lo integran: "Con ella" y "Sin ella", que constituyen un "monumento de amor", hondo y palpitantes con escasos precedentes en nuestra poesía. "Creo en la luz de nuestros corazones", escribe el poeta, y este endecasílabo ha servido a Carlos Aganzo para titular su certero prólogo. A un lado el fervoroso contenido de su libro, Marciano demuestra nuevamente su magistral dominio de esta forma, que le ha supuesto sin amplio y merecido reconocimiento de la crítica durante las últimas décadas. C.J.