"Siguiendo las huellas de Jorge de Arco"
La reciente aparición de Huellas. Antología poética (1996 -2017) de Jorge de Arco (Madrid, 1969), es una excelente oportunidad para reconocerse en la obra de este autor que cumple más de dos décadas de vitalismo lírico.
Doctor en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma y licenciado en Filología Alemana por la Universidad Complutense, lleva años ejerciendo como profesor universitario de Literatura Española e Hispanoamericana. Además, como traductor ha vertido al castellano poesía inglesa, alemana, italiana y estadounidense y es amplísima su labor como crítica literario en distintos medios. Desde hace quince años dirige “Piedra del Molino”, una revista de poesía que sigue editándose en papel a modo de heroico empeño.
Reúnen estas Huellas una muestra de los ocho poemarios editados hasta la fecha por el autor. Desde aquel 1996 en que viera la luz Las imágenes invertidas, su decir ha ido madurando y su voz ha evolucionado de manera precisa.
¿Recuerdas aquel primer poemario editado hace ya más de veinte años?
Sí, sin duda. Creo que la emoción que sientes con tu primer libro es difícil de olvidar. Ver tus versos impresos, sentirlos junto al tacto del papel…, encontrarte con él en el escaparate de una librería es una sensación imborrable. Pero al margen de esto, te das cuenta de que inicias un camino muy largo, que sólo estás en la línea de salida y que tu responsabilidad y tu humildad serán cada vez mayores.
¿Ha cambiado mucho tu forma de escribir, de enfrentarte a la poesía desde entonces?
Lo cierto es que sí, muchísimo. Celebro sinceramente haber encontrado muchos aspectos por mejorar cuando he releído aquel bautismo poético …. Ahora, me reconozco con una forma de escribir distinta en cuanto a la depuración del lenguaje, en cuanto a exponer con una mayor capacidad de sugerencia. Mi bagaje lector ha crecido de manera ilimitada y eso te va descubriendo espacios y horizontes novedosos. Y con todo ello, ha crecido en mí la exigencia. Además, en este tiempo, nunca he dejado de creer que para ser buen escritor la primera premisa que debes cumplir es la de ser humilde y sincero contigo mismo.
En esta antología se adivinan temáticas universalmente recurrentes en la lírica como el amor, el paso del tiempo, la muerte…,
Mi poesía tiene, en efecto, una veta clásica. En su conjunto son poemas muy vividos, escritos desde muy adentro y que no llamaría autobiográficos, pero sí muy humanos. De ahí, que esos temas que señalas sobrevuelen muchas de estas páginas. A mí, la poesía me permite convertir la palabra en, en milagro y certidumbre, en memoria y libertad.