Tres poemas de Línea continua el último libro de Ada Soriano
Amigo,
tú que probaste el agua
de mi arroyo
y fuiste en mi bosque
danza de esporas,
dime,
para reconciliarnos plenamente,
que no fue banal
el vuelco de tu fuego
en mi fuego.
Luna,
tú que habitaste mis cambios
y viste cómo el agua fluía
y crecían flores,
dime que mi avance
es puro avance
en esta cadena que me arrastra
y luce nuevos eslabones
en su tránsito.
Miedo,
da la cara,
sé corpóreo y útil
ante esta guerrera
que contempla el mundo
con una venda en los ojos.
Dame,
dime,
dame la panacea,
un truco para seguir caminando
por la línea continua
y discontinua,
el bordillo de la acera
y sus estrías.